domingo, 8 de noviembre de 2009

La tercera entrada

Si las cosas fueran fáciles, todo el mundo las tendría. Esa es la única conclusión a la que llego después de tanto tiempo luchando contra prejuicios, gentuza, contra mi misma...Y sé que hay momentos en los que me canso y quiero dejarlo todo, y este es uno de ellos. Esos en los que me puede el desánimo y la confusión, y lo único que quiero es alejarme del mundo y desaparecer el tiempo suficiente como para que los pedazos de mi corazón se reparen y así pueda volver a latir sin bombear este dolor que sube por los brazos e invade mi cuerpo conforme pasan los días. Y de verdad que necesito respirar, y saber si mi vida será mejor o no sin tu presencia constante. Llevo tanto tiempo siendo tuya que ya no sé ser simplemente yo misma, necesito recuperar esa parte de mí misma que me falta en estos momentos en los que no estás. La que debería atenazarme a seguir con mi vida, la que tan necesaria se vuelve ahora, esa que te llevaste cuando inundaste mi vida con tu sonrisa y que ahora se niega a regresar. Aun recuerdo aqul día, negro para mí:

Las cosas marchaban como yo quería, más o menos. Quitando la influencia de esa gordinflona manipuladora, tengo a mi niña de mejor amiga, ¿qué más puedo pedir?
De repente, otra vez esa bruja, se acerca a MI chica y le empieza a susurrar cosas. Mi mente malévola empieza a trazar planes para asesinarla sin que nadie se entere, el crimer perfecto, sin darme cuenta de que, quizá, lo que estén hablando no sea de me concierna a mí, pero sea plenamente de mi incumbencia. Las dos cuchichean. Al cabo de un rato, cuando esa zorra se ha ido a joderle la vida a otra, por fin mi chiquitina(que es más grande que yo, pero ese detalle no importa)se acerca a mí y me baja al mundo real, ése que hace meses que yo no quiero ver, pero que siempre ha estado allí:
-Dice que le gusto a Carlos.
Y yo vuelvo, y de qué manera, a darme cuenta de que las cosas, por mucho que me joda, están así.
Procuro olvidar esas palabras, esconderlas tan dentro de mí que dejen de dolerme, pero no puedo. Retumban en mi cabeza y se hacen eco por todo mi cuerpo, abotargando mis sentidos, haciendo que ver me cueste, que tocar me duela...
Y sigo, avanzando, arriba, abajo, preguntándome en qué momento del camino dejé mis sentimientos tan al descubierto como para que ahora no pueda devolverlos a la superficie. Y duele, claro que duele.




1 comentario:

  1. ojalá no existiera ese nudo en la garganta verdad?
    ojala existieran unos analgésicos contra ese dolor.
    pero no. ahi sigue y seguira siempre.
    primer amor, primer dolor...
    amor=dolor
    el amor es algo no escrito.que poco a poco el nosotros mismos vamos dejando impreso en el libro de nuestra vida.
    es bueno?
    es malo?
    no se.

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