lunes, 23 de mayo de 2011

Es un completo.

No tarda mucho en encontrar lo que quiere, en medio del escaparate que esa calle oscura le proporciona a altas horas de la madrugada. Mete primera y reduce hasta detener el coche justo en frente del objeto de su deseo. La mira una vez más, preguntándose si será la correcta o no. Al fin y al cabo, poco importa, porque como todo en la vida, el deseo es efímero, y, acaso de pensarlo mucho quizá se le fueran las ganas.
-¡Nena! ¿Cuánto cobras? - Le grita, una vez bajada la ventanilla del copiloto.
-20 francés. 40 completo.
-¿40? - pregunta el tipo, escandalizado. Después, la mira de nuevo y lo piensa mejor. -¿Y por dónde puedo metértela?
La chica no tiene más de veinte años, pero parece resignada cuando dice:
-Tío, es un completo.
Da miedo: sonríe sin compasión.

Vuelo sobre los adoquines, y soy consciente de la libertad y el vértigo que experimento cada vez que monto en mi bici. No importan el frío, el cansancio o la sed, sólo esa adrenalina en las bajadas, y el sudor del esfuerzo en las subidas. Y, sin embargo, en ese momento debo detenerme detrás de algunas personas que caminan bajo la tarde de primavera. Desde que decidí no llevar los auriculares puestos, escucho mucho mejor las tonterías de la gente:
-Estoy harta de Iván. No podría imaginar una persona más imbécil ni aunque lo intentara.
-Tienes razón, es un completo gilipollas.
Esbozo mi media sonrisa, esa que tanto le gusta a mi P, y pedaleo fuerte para dejar que el viento traslade las buenas nuevas al tal Iván, pobre diablo, no quisiera estar en su lugar.


Uno se da cuenta de la importancia de tener una copia de seguridad cuando ocurre algún percance. Siempre pensamos que estamos a salvo de pérdidas, pero la verdad es que si no tenemos una copia de seguridad completa, una imagen de nuestro equipo o algo parecido, perdemos datos con demasiada facilidad. En la búsqueda de herramientas que me ayuden a mejorar esta tarea me he encontrado con LuckyBackup, un completo y sencillo sistema de copias de seguridad para Linux que actualmente se encuentra en la versión 0.4.4.

martes, 17 de mayo de 2011

Te dejo.

Ahí estás, ahí te quedas. Si pudiera decirte que si pudiera estaría contigo, te lo diría. Pero mentiría. Así que te dejo sin más; sin palabras falsas que puedan darte falsas esperanzas de recuperar lo irrecuperable más allá del tiempo. Soy una persona tan horrible que mi propia horribilidad me horroriza, pero como tampoco puedo hacer nada por cambiarlo, tan poco como quedarme sentada mirando en cuántos pedazos te descompones es suficiente para mí. No puedo con la sensación de no poder más. Estoy harta de estar siempre harta. Mi frialdad está por encima de cualquier otra cosa, y ni siquiera tu calor podrá conmigo, no esta vez. Nadie puede vencerme si no quiero resultar derrotada. Ve, y busca un ángel que te salve de todo mal: yo tengo bastante con pervertir lo más profundo de mi ser, condenándome cada día un poco más.

jueves, 12 de mayo de 2011

¿Qué prefieres?

Mi mucho tiempo libre me ha permitido echar un vistazo a algo a tan irritante como necesario: los programas electorales. Absolutamente todos ellos, aunque en especial los pertenecientes a partidos mayoritarios, he de añadir, prometen recortar tasas e impuestos, y a pesar de ello, reducir el déficit de los ayuntamientos y aumentar los servicios prestados. Supongo que existen ciertas personas, que, en su calidad de políticos, esto es, punto álgido de la especie humana, son capaces de violar una ley simple y efectiva que rige nuestras vidas : Beneficios= Ingresos - Gastos. En términos claros: ¿cómo es posible que se reduzca el número de ingresos, esto es, se recauden menos impuestos, y se ofrezcan mayores prestaciones, aumentando los costes, y al mismo tiempo se intente reducir el temible déficit público, gracias al cual la ciudadanía tendrá que pagar cerca del 50% de la deuda sólo en intereses a los bancos? No hace falta que explique que esto es absolutamente imposible. Las mismas leyes de la economía son jodidas y excluyentes: o recibes tu premio más tarde, y más gordo, o lo coges ahora y será más pequeñito, pero no se puede tener todo.
Me gustaría hacer un sondeo entre vosotros, si me lo permitís. ¿Aceptarais votar a un partido político que incluya en su programa electoral subidas de determinadas tasas(como por ejemplo la del agua) si a cambio se especifica también el destino que van a recibir esos fondos? ¿Preferiríais saber la verdad, aunque no fuera todo lo buena que se espera, pero tampoco tan mala como se teme?

.G.

lunes, 9 de mayo de 2011

La chica rara.

Creo que no es normal: pensé esto la primera vez que la vi, y lo sigo pensando ahora. Supongo que si muchas personas llegan a la misma conclusión, al final acaba volviéndose verdad universal. Quizá nosotros seamos los raros, y ella solo diferente.
Es muy maja a veces. Otra no tanto. Me gusta cuando ríe, porque parece que se convierte en una chica un poco más normal. Y es guapa, también, aunque eso no sea lo que más importe. Siempre tiene la nariz metida en algún libro, y, aunque temo por su salud mental en ocasiones, creo que en su conjunto es una persona bastante estable. Le quedan muchas cosas por aprender, de sí misma y de los demás, pero tampoco parece demasiado ansiosa por hacerlo, y eso está igualmente bien, porque de este modo se centrará en lo importante y desechará las ideas secundarias y prefabricadas. Es valiente, a veces. Y, aunque ahora quizá empiece a ver la cara más oculta y desagradable de la moneda, no he conseguido verla un solo día sin ganas de ir a por el siguiente. A veces, también es digna de admiración.
Me gusta, señorita Flores Robla. Si yo tuviera una lista de diosas, como vosotros, tú estarías en ella. Espero que estés teniendo un buen día.

.G.